lunes, 25 de agosto de 2014

La feria de cieza...


Un texto de Angel Almela de hace unos cuantos años, sigue sirviendo como si ayer mismo lo hubiese escrito.


Es una realidad que La Feria de Cieza, nuestra Feria, ha ido perdiendo terreno frente a otras y que ello ha sido intencionadamente, por lo que no nos debería sorprender su estado actual de “en coma”, y eso merece nuestra atención.La Feria debiera ser un fenómeno social cargado de valores y una oportunidad democrática dada la participación y la tolerancia que de ella en general se derivan, pero la democracia no es un sistema de control de arriba  abajo sino ascendente (el control descendente lo ejerce a las mil maravillas las dictaduras), ya que en una democracia el poder está en el pueblo, y que este pueblo desearía una Feria al menos, Digna.La Feria es un excelente espacio para el encuentro, para la relación con los amigos, para la convivencia festiva, una ocasión magnífica para la práctica de la hospitalidad y del intercambio ciudadano, para que la ciudad se abra y sea un poco más cosmopolita, pero que para ello haría falta un programa festivo que no tuviese como objetivo cubrir el expediente, porque la fiesta aviva la creatividad, aunque esté asentada en tradiciones que hunden sus raíces en tiempos remotos; y que siempre es posible idear nuevas actividades, crear nuevos espacios de diversión, organizar sugerentes experiencias compartidas, etc…  La Feria es un buen momento para ver las calles llenas de gente y comprobar que se democratiza el placer, que lo que antes estaba al alcance unos pocos, ahora pueden disfrutarlo muchos más.Y si La Feria cuesta dinero, y en un sentido pragmático de la realidad nos puede hacer pensar que ese gasto es derroche ya que hay muchas necesidades como el hambre o la ignorancia, bien es verdad que el ser humano también tiene otro tipo de necesidades que deben ser atendidas en una democracia. Una de ellas es la de divertirse de forma organizada y compartida, aunque por supuesto sin despilfarros al estilo de aquellas Ferias de los Cieza Golf y compañía (por cierto…¿dónde quedaron aquellos proyectos monstruosos y especulativos?).Se debe recordar     que no hay fiesta si no se participa y que la participación tiene muchas fases y grados. Conviene generar mecanismos para que el ciudadano participe en su preparación, en su desarrollo y luego en su evaluación, para que las próximas Ferias sean mejores. Para ello nuestros políticos municipales deben articular medios para preguntar, tienen que pensar, que esforzarse, hacer autocrítica y ser sensible a las críticas de los ciudadanos.
Angel Almela

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